Decisión capitular de renombrar las casas de la Orden
En este momento significativo de reflexión y renovación, el XXI Capítulo General de los Misioneros y Misioneras del Amor Sacramentado, nuestra comunidad religiosa desea compartir una decisión importante que refleja una evolución en nuestra identidad y práctica espiritual.
Después de una consideración cuidadosa y un discernimiento colectivo, hemos resuelto cambiar el título de nuestras “Casas” a “Conventos”, incluyendo nuestra Casa General que pasara a llamarse Convento General. Este cambio no es meramente nominal, sino que refleja un profundo significado teológico y espiritual, alineado con nuestra visión y misión.
El término “convento” proviene del latín “conventum”, que significa “reunión” o “asamblea”. Históricamente, un convento ha sido un lugar de comunidad, oración y servicio, donde los miembros de una orden religiosa viven según sus reglas y compromisos espirituales.
En el contexto de nuestra Orden, la adopción del término “convento” refleja nuestra dedicación a la vida comunitaria, la oración y el servicio en el espíritu del cristianismo. Al igual que en la tradición luterana, donde la comunidad y la interpretación comunal de las Escrituras son fundamentales, nuestros conventos serán espacios donde la vida en comunidad y la reflexión espiritual son centrales.
Este cambio marca una evolución en nuestra comprensión de la vida religiosa. Al adoptar el término “convento”, enfatizamos nuestro compromiso con una vida de oración comunitaria, estudio de las Escrituras y servicio desinteresado, principios que son pilares en la teología luterana y en nuestra propia tradición.
Al designar nuestras casas como conventos, reafirmamos nuestra identidad como una comunidad que vive junta en fe, ora junta en esperanza y sirve junta en amor. Este cambio simboliza nuestro compromiso continuo de crecer en nuestra vida espiritual y de servicio, acorde con nuestra misión como Misioneros y Misioneras del Amor Sacramentado.